Con un toque carmesí cada pétalo entrelazado,
con las hojas y el revés de tu cuerpo recostado.
Verde, amarillo y carmín se conjugan con tu aroma,
transformando el amor en deseo
y el deseo en tu persona.
Rosa de los deseos que anulas mi voluntad y conciencia,
somete mi alma a tu esencia para acariciar esa piel,
hasta saciarme de su miel con pasión y vehemencia.
6 comentarios:
Hola, me llamó la atención esa rosa amarilla y me alegro mucho de haber pasado a verla, encontre un precioso poema y un blog muy entretenido , lleno de magia. felicitaciones, un placer.
Gracias Marina por tu comentario, y disculpa mi ausencia en tu blog, prometo pasar en breve, un abrazo...
Hoy vienes muy apasionado Eduardo.
Qué poema tan bonito. Ella estará muy contenta.
Un beso.
Gracias tecla, a veces sale así el verbo; un abrazo de oso.
Mis alas rompieron en mil pedazos, como el más delicado cristal …
Gracie por continuar plasmando el alimento para nuestras almas.
Seguiré velando sueños.
Anónimo, gracias por pasarte y velar los sueños.... un abrazo
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