Dejando sus huellas en la arena
Venus busca su destino.
El mar besa sus piés
Bajo un suave manto de espuma,
y venus cede al encanto
de ésa paz, que le profesa la luna.
Gotas de luz iluminan su espíritu
y en la oscuridad se animan colores,
rojos carmesí, verdes y flores
tiñen un manto hasta el infinito;
y venus camina por él sin temores,