Aún cuando las horas te alejen de mí, cuando la distancia marque la necesidad del encuentro; aún cuando la brisa apague en mi mesa el candil de tu luz, te tendré entre sueños y deseos a mi lado.
Tejeré historias con las horas que me agobien, tan largas como el camino hacia tu puerto; te veré una y otra vez, entre espejos, hechos del cristal de tu mirada; y trazaré el ángulo perfecto para converger en tí.
El tiempo y la distancia serán los lados, Quién dice que no estás aquí…..