Qué gano con negarte, si ocupas hasta mis soledades,
porqué quiero olvidarte, si has dado sentido a mi sueños;
Sin tí el mar perdería su azul, el cielo sus estrellas,
si hasta la verde pradera se tornaría gris...
He de aprender a que estés sin pretenderte,
a leerte sin caer en tus letras
y a que me hables sin comprenderte;
a entender que eres distinta pero inevitable,
que por tí existo...
Sí, vida, soy rebelde.
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