Viejos caminos que conducen a ninguna parte
recorren el cálido sabor de la nostalgia
de quienes son forjados en recuerdos perdidos,
sin ver lo que es evidente a los sentidos.
Por ellos voy, con mi bagaje de sueños a cuestas
buscando historias olvidadas entre nubes de algodón;
o tal vez un corazón, que dosifique mis deseos
de poder correr el velo que no los deja ver.
Hay en el camino una grieta
en la que nadie quiere caer;
pues valor hay que tener
para llegar a tocar fondo,
pero quien consigue tenerse en pié
allí, en lo más hondo,
encontrará otra vida
en un nuevo amanecer.
La vida es un eterno desafío,
vívámosla en consecuencia…
2 comentarios:
Cuanto tiempo sin leerte poeta,
Te estaba echando de menos.
La vida es dura, si. Pero hay que vivirla entera. Con lo que nos toque vivir.
Qué le vamos a hacer.
Un abrazo.
Gracias tecla,eres de mis más fieles lectoras, agradezco mucho esa deferencia. Ya pasaré por tu blog, un abrazo...
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